Invertí en criptomonedas sin saber nada: esto fue lo que pasó
Todo comenzó con una frase que me taladró la cabeza durante semanas: “El que no invierte en cripto hoy, está perdiendo su oportunidad de ser millonario”. La escuché en un video de YouTube mientras buscaba algo completamente distinto. Un tipo de voz confiada hablaba de Bitcoin, Ethereum, y cómo había pasado de ser repartidor de pizzas a tener un Lamborghini, todo gracias a las criptomonedas.
Yo, con cero conocimientos de inversión, y una cuenta bancaria que apenas sobrevivía al mes, me sentí tentado. ¿Y si tenía razón? ¿Y si era ahora o nunca?
Fue así como empecé mi aventura en el mundo cripto: con miedo, ignorancia y muchas expectativas. Hoy, después de haber ganado, perdido, llorado y aprendido, quiero contarte lo que pasó… sin filtros.
El primer error — pensar que invertir es lo mismo que apostar
Entré a Binance sin entender nada. Ni qué era un wallet, ni qué significaba “volatilidad”, ni cómo funcionaba una blockchain. Solo quería comprar algo y esperar que “subiera de precio”.
Tenía 200 dólares ahorrados, fruto de muchos meses guardando lo que podía. Era todo lo que podía invertir sin morirme de hambre si lo perdía. Decidí comprar Bitcoin a ciegas, justo cuando estaba en uno de sus picos históricos.
Spoiler: compré caro. Muy caro.
No tenía idea de lo que hacía. No leí análisis técnico, no estudié el mercado, no entendí los ciclos de las criptos. Solo creía en lo que decían los “gurús” de TikTok: “esto solo sube”. Pero no, no siempre sube. Pronto aprendí la lección.
El desplome y la ansiedad de ver números rojos
A las pocas semanas de haber comprado mis primeras criptomonedas, el mercado se desplomó. Bitcoin bajó más del 30% y yo… entré en pánico. De repente, mis 500 dólares se convirtieron en 350. Luego en 290. Luego en 260.
Abría la app cada cinco minutos como si eso fuera a cambiar algo. Me sentía tonto. ¿Cómo pude creer que esto era una forma fácil de ganar dinero?
Ahí entendí una de las verdades más duras del mundo cripto: el mercado no tiene piedad con los ingenuos. Y yo, sin duda, era uno.
Los foros, los grupos de Telegram y el ruido que confunde más de lo que ayuda
En mi intento por “aprender”, me uní a varios grupos de Telegram donde miles de personas hablaban en jerga técnica que yo no entendía: “RSI”, “soporte”, “resistencia”, “altcoins con potencial”, “shill”, “pump and dump”. Todo parecía un idioma nuevo.
Algunos compartían memes, otros analizaban gráficos como si fueran físicos nucleares, y unos más te prometían “señales” si les pagabas una suscripción.
Y aunque aprendí algo de la jerga, también me di cuenta de que el 90% de esos consejos eran basura. Información incompleta, sesgada o simplemente interesada. Nadie te enseña de verdad. Todos intentan venderte algo o inflar un proyecto para luego salir corriendo con las ganancias.
Cuando las shitcoins llaman tu atención… y vacían tu bolsillo
Después de perder con Bitcoin, pensé: “Quizá no estoy invirtiendo en la cripto correcta”. Y ahí caí en el segundo error: las famosas shitcoins.
Me metí en proyectos con nombres rarísimos: Dogelon, SafeMoon, Shiba Inu, BabyDoge, Floki y más. Algunos subían un 100% en un día. Otros se esfumaban en cuestión de horas.
Invertí en una moneda que me prometía “1000x en un mes”. Compré 100 dólares. A las 48 horas, la moneda desapareció. Literalmente. La página web cerró, el token fue eliminado de los exchanges y el grupo de Telegram dejó de existir. Era una estafa. Un clásico rug pull.
Perdí los 100 dólares y me sentí como un idiota. Pero aprendí. A punta de golpes, aprendí.
La verdadera ganancia fue empezar a estudiar
Cansado de perder dinero, decidí parar y hacer algo que debí haber hecho desde el principio: aprender.
Empecé desde lo básico: ¿Qué es una blockchain? ¿Cómo funciona Bitcoin? ¿Qué diferencia hay entre una wallet fría y una caliente? ¿Qué es un nodo, una DAO, una DApp?
Leí libros, seguí canales educativos de YouTube (esta vez, los serios), y comencé a entender que el mundo cripto no es solo “comprar y esperar que suba”. Es una tecnología compleja, con muchas posibilidades, pero también con muchísimos riesgos.
Aprendí sobre gestión de riesgo, diversificación, análisis fundamental y análisis técnico. No me volví experto, pero al menos dejé de ser un ciego con dinero.
Cuando dejé de ver las criptos como una lotería, empecé a ganar (un poco)
Con el tiempo, volví a invertir. Esta vez, con más cabeza. Hice una estrategia simple: meter un porcentaje pequeño de mis ingresos mensuales en Bitcoin y Ethereum. Nada de altcoins locas. Nada de intentar hacerme rico rápido.
Al cabo de un año, ese dinero creció. No fue espectacular, pero fue estable. Y sobre todo, me sentí en control.
También probé staking y compré un poco de stablecoins para generar intereses en algunas plataformas. Nada de locuras, nada de “dobla tu dinero en 24 horas”.
Finalmente, entendí que las criptomonedas no son magia. Son herramientas. Y como cualquier herramienta, hay que saber usarlas.
Mis reflexiones después de un año en el mundo cripto
Invertir en criptomonedas sin saber nada fue una mala decisión. Pero paradójicamente, también fue el inicio de uno de los procesos de aprendizaje más intensos y valiosos de mi vida.
Aprendí sobre economía, sobre psicología del inversor, sobre tecnología, pero también aprendí sobre mí: mi avaricia, mi miedo, mi ansiedad, mis impulsos.
Hoy no soy millonario. No tengo un Lamborghini. Pero tengo algo mejor: conciencia financiera, criterio propio y la tranquilidad de que cada movimiento que hago, lo hago sabiendo por qué.
Conclusión: ¿vale la pena invertir en criptomonedas?
Sí, pero solo si sabes lo que estás haciendo. Y si estás dispuesto a perder lo que inviertas.
Las criptomonedas no son una estafa. Lo que es una estafa es la forma en que te las venden algunos. No te creas el cuento del “hazte rico rápido”. No pongas tu dinero en lo que no entiendes. No sigas consejos de desconocidos en redes.
Si te interesa este mundo, empieza por estudiar. Hazlo con calma. Y nunca pongas todo tu dinero en algo tan volátil.
Invertir en cripto me enseñó una lección brutal: el conocimiento vale más que cualquier token.
¿Estás pensando invertir en criptomonedas? Aquí van mis consejos sinceros:
- Empieza pequeño. Nunca inviertas más de lo que estés dispuesto a perder.
- Aprende lo básico. Entiende qué es una blockchain, cómo funciona Bitcoin, etc.
- Desconfía de las promesas. Si algo suena demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo es.
- Diversifica. No pongas todos tus huevos en una sola canasta.
- Sé paciente. En cripto, los impulsos son tus peores enemigos.
- Usa plataformas seguras. Verifica que los exchanges estén regulados y tengan buena reputación.
- No te obsesiones. No revises el precio cada 10 minutos. Eso solo te genera ansiedad.
- Piensa a largo plazo. Las criptomonedas tienen ciclos. No esperes ganancias inmediatas.
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