Finanzas personales y criptomonedas

Impacto Social y Económico de los Seguros Médicos

/
/
/
587 Views

El estado de salud es un factor influenciado por múltiples elementos, tales como la situación socioeconómica y el acceso a servicios sanitarios. Por ello, se puede afirmar que las enfermedades y consecuentemente los costes que derivan de ellas no serán distribuidos uniformemente entre la población, generando diferencias en los riesgos. De ahí, la necesidad de mecanismos que permitan mitigarlos de forma que para una amplia proporción de personas el coste global que se realiza sea inferior al que se llevaría a cabo de forma individual si fuera necesario financiar un riesgo concreto. Para conseguirlo, existen diferentes mecanismos de los cuales todas ellas son de seguro. Si un individuo se enfrenta en un futuro a una enfermedad no sabrá cuánto le va a costar, por lo que el riesgo se califica de “puro”, ya que lo que es incierto y se quiere proteger es el coste económico. A medida que una peligrosidad se retroalimenta con la información del daño potencial, se convierte en un riesgo conocido.

De forma general, los seguros pueden influir en el sistema sanitario a través de diferentes mecanismos, entre los que se distribuye el riesgo de manera sostenible y solidaria. Irrefutablemente es evidente que una adecuada atención sanitaria es imprescindible para el bienestar, el desarrollo y el crecimiento económico de cualquier país, pero la fortaleza con que un sistema de cualquier actividad del sistema se traduce en un impacto sanitario sobre esa persona, beneficiándose por tanto de la atención de numerosas personas y no habiendo “consumido” el beneficio a través de políticas eficientes y eficaces, que desplieguen ingresos a largo plazo.

En el marco de una política global tendente a crear un sistema de protección social más sólido y adecuado al contexto del siglo XXI y que cubra todas las insuficiencias proteccionales, el proyecto del Centro de Estudios Andaluces toma como ámbito de actuación el sistema sanitario de un Estado de bienestar del sur de Europa. Se considera que el sistema sanitario español es un modelo mixto básicamente público, que ha demostrado en el pasado gran capacidad para resolver problemas y para afrontar desafíos. Ha proporcionado cobertura de una forma general, casi universal y solidaria, y además ha garantizado una provisión suficiente y eficiente de servicios en su mayor parte. En la actualidad se asiste a una etapa de reformas de los sistemas sanitarios, todas ellas en países de nuestro entorno y en todos ellos se desarrollan experiencias de reforma cuya información y lecciones, en muchos casos, apenas llegan o son desconocidas.

Un sistema de financiación sanitaria en muchos aspectos paradójico, fundamentalmente porque la mayoría de sus usuarios cuentan con un seguro voluntario gratuito y configurado ante el hecho incierto. Aquellos que no lo tienen deben asumir parte de su gasto (copago farmacéutico) o toda su utilización y el coste que le corresponde a la prestación delegada a los autónomos (casi el 40% en 2011, lo de delegada se queda corto). Además, este seguro sanitario de la AAI es prácticamente generacional y no económico. En un trabajo previo en el que se estudiaban los resultados de la puesta en marcha del Reglamento Único, se manifestaban varios problemas para extender el aseguramiento a otros colectivos. En primer lugar, el moral hazard, especial problemática atendiendo al escaso desarrollo de la cultura del seguro en la profesión y que en el reglamento único hubiera venido convenientemente acompañado de medidas para su atenuación.

Evolución de los Seguros Médicos en la Edad Media

En el siglo X, debido al auge de las rutas comerciales, a la proliferación de ferias y a la gran masa de mercaderes y artesanos errantes, unas nuevas formas de comercio hicieron que los grupos, con sus productos y bienes, no solo fomentaran los intercambios de mercancías, sino que aliviaron la solidez de espíritu propio del individuo. Esto sucedió con el amparo y la protección del todo al que pertenecían. Así se alborotó un germen no solo comercial, sino también de una nueva forma de seguro para las mercancías, las empresas y las personas en la aparición del contrato de seguro: un acuerdo voluntario basado en la experiencia y representatividad de unos miembros, no obstante reducidos, de individuos combatibles en grupo.

El origen del seguro, en definitiva, de algún modo se alimentó de la experiencia colectiva, reafirmándose individualmente la tradición del grupo. Este grupo habría de socorrer un hecho incierto, mancomunidamente y paritariamente, por el conjunto de imposibilidades a sí mismo del individuo. Sería una notificación del grupo que obligase a otro de los socios a contribuir al pago de los gastos, tanto si el accidente hacía excesivas las prestaciones ordinarias como si no llegaba a causarlas. Y por fin, un espíritu fatalista que asumía con apego el peso de las desventuras del miembro hasta ofrutarlas alegremente, viéndose con infinidad de operaciones aceptadas por él según el objetivo, de modo que le bastara con el regreso del envío para lograr o la rescisión del contrato.

Innovaciones en los Seguros Médicos en la Edad Moderna

En general, en la Edad Moderna, la evolución de los mecanismos de protección social en Europa hace variar los lazos de solidaridad entre los individuos. La aparición de diversas formas de seguro, entre ellas el seguro médico, nos aporta una mirada sobre el proceso de transformación de la sociedad del Antiguo Régimen hacia una naciente sociedad gestionada por el propio individuo. La Edad Moderna es el periodo en el que se gestaron los cimientos de la Sociedad de Naciones Europeas. Como era una sociedad que se transformaba principalmente de campesino a urbana, también se transformaron los medios de vida, la estructura familiar, hubo un cambio en la alimentación y ya se estaba viendo la aparición en la población de enfermedades no agudas relacionadas con la nueva configuración de la sociedad. La medicina, basada en la servidumbre a la Iglesia Católica, había pasado un largo periodo en el que reinaba en lo teológico y científico, haciendo una clara distinción entre la enfermedad aguda y crónica, básicamente vinculadas con cuestiones religiosas de castigo divino.

La ruptura con la medicina llega por el humanismo renacentista. La filología y la dialéctica como bases sobre las que desarrollar cualquier tipo de conocimiento en el Renacimiento catapultaron el interés culto sobre los textos del Corpus Galenicum, y vendiéndose especialmente éstas, se empieza a dudar de su validez. Aún así, el galenismo sobrevivió con cierto apego por aquellos seguidores y defensores de las doctrinas de Hipócrates fundamentadas en la “observación y la experiencia”, realizando críticas sobre los antiguos textos -eran muchos más los propios que los “traducidos” e incorporados al Corpus Galenicum- y atreviéndose a la creación de nuevas doctrinas.

Tendencias Actuales y Futuras en los Seguros Médicos

Artículo científico de la Revista de Sanidad Militar (RSSANM), volumen 67, número 5 correspondiente al mes de septiembre-octubre de 2011. En los últimos tiempos ha sido muy profuso el número de trabajos, monografías, tesis doctorales y, por supuesto, obras de divulgación privada en las que se realiza una prospectiva sobre el sector asegurador, sobre el seguro de salud o, incluso, sobre tendencias clave del desarrollo económico y de la sociedad en general que inevitablemente repercuten en este mercado.

En la monografía 29 se afirma que el sistema sanitario y su financiación son ascendientes estructurales definidos por las “regiones provenientes de la escisión del Estado”, fruto de la liberalización del mercado. Cada entidad estatal debería establecer la forma de organización de un servicio público sanitario. En 1966 se asiste a la explosión y generalización de la asistencia sanitaria privada en nuestro medio. La Compañía de Seguros “Europa” establece la “novedad” de contratar para sí un centro médico propio donde prestar la asistencia médica “adjunta” a las pólizas, naciendo así las compañías de seguro denominadas compañías de colaboración. Dado el escaso impacto de esta nueva forma de colaboración, el Instituto Nacional de Previsión llevaría a cabo una campaña de reivindicación del derecho a percibir en España ayudas de cualquier tipo, despidiéndose del plan de pura gratuidad de la Ley de Modernización de los Servicios Médicos.

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

This div height required for enabling the sticky sidebar